Resumen
El desarrollo del rendimiento en competición se logra a través de un proceso de entrenamiento diseñado para inducir la automatización de las habilidades motoras y mejorar las funciones estructurales y metabólicas. El entrenamiento también promueve la confianza en sí mismo y la tolerancia a los niveles de entrenamiento más altos y la competencia. En general, hay dos amplias categorías de atletas que se desempeñan al más alto nivel: (i) los genéticamente talentosos (los pura sangre); y (ii) aquellos con una ética de trabajo altamente desarrollada (el caballo de batalla) con un sistema de capacitación que guíe su esfuerzo. La dinámica del entrenamiento implica la manipulación de la carga de entrenamiento a través de las variables: intensidad, duración y frecuencia. Además, las actividades deportivas son una combinación de fuerza, velocidad y resistencia ejecutadas de manera coordinada y eficiente con el desarrollo de características específicas del deporte. La planificación a corto y largo plazo (periodización) requiere alternar períodos de carga de entrenamiento con recuperación para evitar la fatiga excesiva que puede conducir al sobreentrenamiento. El sobreentrenamiento es una incompetencia duradera en el rendimiento debido a un desequilibrio entre la carga de entrenamiento, la competencia, los factores estresantes ajenos al entrenamiento y la recuperación. Además, los planes anuales normalmente se construyen en macro, meso y microciclos alrededor de las fases competitivas con el objetivo de mejorar el desempeño para un pico en un tiempo predeterminado. Finalmente, en el momento de la competencia, el rendimiento óptimo requiere un cuerpo saludable y la integración no solo de los elementos fisiológicos sino también de los componentes psicológicos, técnicos y tácticos.
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