Abstracto
Objetivo:
Los tiempos de natación rápidos en las rondas de la mañana son esenciales para asegurar la clasificación en las finales de la tarde. Se ha observado consistentemente un efecto significativo de la hora del día en el rendimiento de la natación, aunque se ha postulado que la actividad física temprano en el día reduce este efecto. El objetivo de este estudio fue comparar la variación intradiaria en el rendimiento del ritmo de carrera de los nadadores que rutinariamente realizan entrenamiento matutino y vespertino (MEG) con aquellos que rutinariamente solo realizan entrenamiento vespertino (EOG).
Métodos:
Cada grupo constaba de 8 nadadores (media +/- DE: edad = 15,2 +/- 1,0 y 15,4 +/- 1,4 años, tiempo libre de 200 m 132,8 +/- 8,4 y 136,3 +/- 9,1 s) que completaron la mañana y ensayos nocturnos en un orden aleatorio con 48 horas de diferencia en 2 ocasiones separadas. La temperatura oral, la frecuencia cardíaca y el lactato en sangre se evaluaron en reposo, después de un calentamiento, después de nadar a ritmo de carrera de 150 m y después de una prueba contrarreloj de 100 m. Se registraron la frecuencia de brazadas, el conteo de brazadas y el tiempo para cada longitud de los nados de 150 my 100 m.
Resultados:
Ambos grupos de entrenamiento registraron rendimientos matutinos de 100 m significativamente más lentos (MEG = +1,7 s, EOG = +1,4 s; P < 0,05) junto con temperaturas matutinas persistentemente más bajas que en promedio fueron -0,47 °C y -0,60 °C, respectivamente (p < 0,05). No se encontraron diferencias en las respuestas de lactato sanguíneo, frecuencia cardíaca y recuento de brazadas (P > 0,05). Se encontró que todos los resultados eran reproducibles (P > 0,05).
Conclusiones:
El uso a largo plazo del entrenamiento matutino no parece reducir significativamente la variación intradiaria en la natación a ritmo de carrera o la temperatura corporal.
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