Resumen
Propósito: El ejercicio aeróbico habitual reduce la rigidez arterial, pero los efectos del nado habitual en la rigidez arterial aún no se comprenden completamente. El nado también puede aumentar la presión arterial sistólica en individuos normotensos. En consecuencia, este estudio transversal tuvo como objetivo investigar la rigidez arterial en nadadores jóvenes adultos, considerando la influencia de la presión arterial.
Métodos: Los participantes incluyeron a 41 hombres (18-21 años), con 15 controles no entrenados (C), 11 ciclistas competitivos (atletas entrenados en aeróbicos; A) y 15 nadadores competitivos (S). Se evaluó la rigidez arterial mediante la velocidad de onda de pulso braquial-tobillo (baPWV), la velocidad de onda de pulso corazón-tobillo (haPWV) y el índice vascular cardio-tobillo (CAVI). CAVI es la medición de la rigidez arterial ajustada teóricamente por la presión arterial.
Resultados: Aunque las características físicas y la fuerza de agarre manual no diferían entre los grupos, el pico de consumo de oxígeno fue significativamente mayor en A y S que en C. Se encontró una tendencia hacia una presión arterial sistólica más alta y una diferencia significativamente mayor en la presión del pulso en S en comparación con C y A. Lo más importante, baPWV fue significativamente menor en A que en C o S, y no se observó diferencia significativa en baPWV entre C y S (C, 1027 ± 25; A, 852 ± 23; S, 1032 ± 24 cm/s). No se observó una diferencia significativa en haPWV. Sin embargo, CAVI fue significativamente menor en A y S que en C, y no difería significativamente entre A y S (C, 5.8 ± 0.2; A, 5.1 ± 0.2; S, 5.3 ± 0.2 unidades).
Conclusión: Estos hallazgos indican que la rigidez arterial en jóvenes nadadores adultos es menor que en controles sedentarios de la misma edad y similar a individuos que realizan ejercicios aeróbicos en tierra, después de considerar las influencias de la presión arterial.
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