Abstracto
El propósito de este estudio fue determinar si la actividad física previa (calentamiento) afectaba las respuestas fisiológicas al ejercicio intenso. Ocho nadadores universitarios altamente entrenados realizaron un nado intenso de 365,8 m (440 yardas) (promedio +/- SE, 94,4 +/- 3,3% VO2max) 5 minutos después de las siguientes condiciones de entrada en calor: prueba N, sin entrada en calor; prueba S, una serie de intervalos de intensidad específica (4 x 45,7 m con intervalos de descanso de un minuto al ritmo de nado intenso); prueba M, un nado de larga duración y de intensidad suave (1371,6 m a 64,7 +/- 3,3% VO2max); y la prueba MS, un nado de larga duración y de intensidad suave (1188,7 m al mismo ritmo que la prueba M) seguido de la serie de intervalos de intensidad específica (prueba S). Al comparar la prueba N con las pruebas M y MS, la distancia de brazada (m/brazada) fue significativamente menor (p menos de 0,05) durante los últimos 91,4 m de nado intenso y pausado y los 3, 5, 8 y 10 min. los niveles de lactato en sangre de recuperación y la frecuencia cardíaca de recuperación de un minuto fueron significativamente elevados (p menos de 0,05). No hubo diferencia significativa (p superior a 0,05) en la distancia de brazada durante los 91,4 m finales del nado intenso entre las pruebas S y N. No hubo diferencias significativas para ninguna variable entre las pruebas M y MS. Estos resultados sugieren que una entrada en calor consistente en ejercicio de intensidad moderada y de larga duración fue beneficiosa en comparación con la ausencia de entrada en calor y que el ejercicio de intensidad específica no fue un componente vital de la entrada en calor. Aunque el rendimiento no se midió directamente, estos datos demuestran el beneficio del calentamiento.
0 Comments