Abstracto
Si bien se sabe que el entrenamiento físico intensivo y regular altera la función reproductiva femenina, su papel potencial en el crecimiento sigue siendo controvertido. Al comienzo de un estudio de crecimiento longitudinal de jóvenes gimnastas de élite (n = 34, 15-25 h/semana de entrenamiento) y nadadoras moderadamente entrenadas (n = 19, 5-15 h/semana), se compararon los patrones de crecimiento parental recordado y maduración puberal con los de los padres de 25 niñas sedentarias en edad escolar. Estos datos también se correlacionaron con la estatura, el peso, el desarrollo puberal y el pronóstico de estatura adulta de sus hijas. La edad ósea se estimó mediante los métodos de Greulich-Pyle y Tanner (puntaje RUS) y el pronóstico de talla adulta mediante los métodos de Bayley-Pinneau (BP), Roche-Wainer-Thissen (RWT) y Tanner et al. (TW2). Los padres de las gimnastas eran significativamente más ligeros (padres: P = 0,027; madres: P = 0,038) y más bajos (padres: P = 0,034; madres: P menos de 0,001) que los de nadadores y controles. En consecuencia, las alturas objetivo de las gimnastas también fueron significativamente más cortas (P menor que 0,001). La menarquia recordada ocurrió significativamente más tarde (P = 0,030) en madres de gimnastas que, a su vez, crecen de forma muy parecida a sus madres. En la primera visita, las gimnastas eran más bajas y más livianas para su edad que las nadadoras y los controles. Su edad ósea (11,0 +/- 1,3 años, media +/- DE) se retrasó (P menos de 0,001) en comparación con la edad cronológica (12,6 +/- 1,2 años). El pronóstico de estatura adulta fue más bajo para las gimnastas que para otras niñas (BP: P menos de 0,001; RWT: P = 0,023, TW2: P menos de 0,001), pero adecuado para el rango de estatura objetivo. (RESUMEN TRUNCADO EN 250 PALABRAS)
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