Uno de los consejos clásicos que recibí de los entrenadores durante mi carrera de natación fue «esperar lo inesperado».
Lo cual, para muchos nadadores, suena raro…
¿Quieres que espere lo que no sé que va a pasar? ¡Si pudiera hacer eso, jugaría en el mercado de valores y me convertiría en un multimillonario!
El consejo sigue siendo sólido, pero los nadadores deben comprender que no tienen que predecir el exacto cosa…
sino mas bien eso pico de nervios y pánico cuando las cosas de repente se descarrilan.
Así es como los nadadores pueden mejorar su resiliencia cuando se encuentran en una situación difícil, ya sea en medio de un set principal brutal o cuando te sumerges en el agua para la carrera más importante de tu vida.
La trampa mental del perfeccionista
Lo admito libremente: (todavía) me encierro en un pensamiento perfeccionista todo… todo… el tiempo.
Antes de los grandes encuentros cuando era un grupo de edad, me imaginaba nadando la carrera absolutamente perfecta, todos mis competidores desvaneciéndose y yo nadando hacia el panel táctil, rompiendo mi mejor tiempo personal por unos 43 segundos.
Por supuesto, nunca es así como se desarrolla la realidad.
Ocurría algo inesperado: el lente de unas gafas se filtraba cuando me sumergía en el agua, mi calentamiento no salía bien, el nadador a mi lado se adelantaba rápidamente, lo que creaba una «oleada de ansiedad» que destrozaba mi confianza.
A veces podemos recuperarnos de estas caídas repentinas en la confianza, pero a menudo no lo hacemos:
- Tuvimos una mala carrera en la noche de apertura de una gran competencia de natación… y no pudimos recuperarnos y salvar el resto de la competencia.
- tenemos un mal práctica de natación el martes por la noche… y no podemos recuperarnos durante varios días, perdiendo algunas oportunidades serias de mejora.
- Perdemos un giro en medio de una gran carrera… y terminamos disminuyendo nuestro esfuerzo por el resto de la carrera porque «¿cuál es el punto?»
Ser capaz de lidiar con ese ataque repentino de pánico y duda de una manera que nos permita nadar lo mejor posible, sin importar lo que suceda a nuestro alrededor, es el poder de uno de mis ejercicios mentales favoritos…
El «y si».
Use «Qué pasaría si» para ayudarlo a ensayar mentalmente una actuación resistente
Nadar rápido el día de la carrera no se trata solo de clavar tus giros, un ritmo perfecto y terminar con una brazada completa.
Es ser capaz de fortalecerse contra la presión del momento y las cosas aleatorias, aparentemente impredecibles, que no podemos controlar o influenciar.
Y no hay mejor forma de hacerlo que “practicando” los momentos de adversidad… y visualizándote superándolos.
Usar escenarios hipotéticos… e imaginarse a sí mismo respondiendo de manera productiva… en los días y semanas previos al día de la carrera (o una práctica de natación brutal) es una forma muy efectiva de desarrollar resiliencia.
Este ejercicio mental es súper simple:
- ¿Qué pasa si el nadador a mi lado está un cuerpo por delante de mí después de los primeros 25?
- ¿Qué pasa si mi gafas de natación primavera una fuga cuando me sumerjo en el agua?
- ¿Qué pasa si no me siento tan bien como creo que debería durante el calentamiento?
- ¿Qué pasa si mi primera carrera de natación no sale bien?
Siéntese con estos qué pasaría si, e imagínese a sí mismo superando y superando la duda y el pánico.
Este ejercicio no pretende invitar a que sucedan estos escenarios, o aumentar los nervios y ansiedades existentes, sino más bien darle la oportunidad de caminar mentalmente a través de momentos inesperados de manera productiva.
De la misma manera que mejora su comienzo haciendo innumerables repeticiones de clavados aerodinámicos y explosivos, haga repeticiones mentales de usted mismo lidiando con situaciones adversas.
Por eso no es tan importante predecir exactamente lo que va a salir mal (si supieras exactamente lo que va a salir mal, podrías adelantarte, después de todo) sino concentrarte en la sensación de la punta de la duda y la ansiedad… y seguir manteniendo la calma.
Ser capaz de acorralar esa oleada que es la parte poderosa de este ejercicio, así que no se obsesione demasiado tratando de predecir la naturaleza exacta de lo inesperado.
Para que cuando algo inesperado hace suceder, y ambos sabemos algo Sucederá algo que no anticipes ni desees; puedes manejar la oleada repentina de ansiedad y emoción.
La línea de fondo
No hay nada más gratificante que un gran avance en el agua.
Los nadadores lo quieren, lo aman y hafta tenerlo.
Ya sea que se trate de un mejor tiempo personal, hacer más metros en una semana que nunca antes, o romper 1:20 por primera vez haciendo 100 m de patada, los nadadores viven y respiran para esos momentos.
Al ensayar mentalmente lo inesperado y estar preparado para las oleadas de nervios, pánico y dudas, usted ofrece más oportunidades para esos avances.
Entrenamiento mental para nadadores (POR FIN) simplificado
Ya sea que esté cansado de atragantarse el día de la carrera, quiera finalmente conquistar su mentalidad para poder darle a sus PB la paliza que se merecen, o quiera desarrollar un plan de juego asesino para su mentalidad, conquistar la piscina es tu boleto para nadar más rápido.
“Este es el mejor libro que he visto sobre entrenamiento mental.” — Ray Benecki, entrenador en jefe, el equipo de natación FISH
Utilizado y confiado por algunos de los mejores clubes y nadadores del planeta y escrito con los comentarios de más de 200 entrenadores en jefe, atletas olímpicos, ex poseedores de récords mundiales y campeones de la NCAA.
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